jueves, 14 de abril de 2016

Chile, 2014-2015. Mi Amiga Peruana

El diciembre, solamente se quedan como 2 o 3 personas en Casa Suecia ya que todos estudiantes ya se fueron para sus países o viajes. Una noche, cerca de la Navidad, una chica nueva en Casa Suecia me habló :"Holaa, qué vas a hacer durante la Navidad? Si quieres, podemos pasarla juntas ya que no habría nadie en Casa Suecia."

Ella se llamaba Alexandra, y venía de Peru. Solamente iba a estar en Chile por el verano. Desafortunadamente no pudimos pasar la navidad juntas ya que ya tuve planes, y por la mayoría del tiempo durante el verano yo no estaba en Chile por los viajes. Pero igual compartimos algunos ratos juntas durante los días cuando Casa Suecia estaba en su estación de tranquilidad y soledad, y cuando nosotras en nuestros momentos de depresiones. Todavía recuerdo aquella noche fuimos a la fiesta juntas y pasamos una noche locaaaa. En una ciudad extranjera, habíamos estado jóvenes. 

Y como todos los jóvenes en una tierra extranjera, fue inevitable de ligar con algunos asuntos sentimentales. Especialmente para la gente que tiene una estancia tan corta, los encuentros son mucho más pasionales, aunque breves. Cuando volví de los viajes me sorprendió saber de que ella perdió su vuelo a Perú y todavía estaba en Santiago. Habían pasado tantas cosas dramáticas, y todavía tantas vueltas de tuerca continuando. Aunque al fin la historia no terminó bien, pero amiga mía, estoy segura de que habías pasado algunos momentos bonitos. Y la pena que tuviste allá es exactamente una evidencia de que has realmente vivido allá una vez, porque la vida siempre es una combinación de amor y dolor. 

Pero a esa época todavía estábamos jóvenes, ambas de nosotras. Poníamos todo nuestro esfuerzo a una persona que no nos valoraba y por eso nos quedamos dañadas. Pero ahora me acuerdo de eso y me di cuenta de que no fue lo peor momento de la vida porque tenía a tí para compartir mis tristes contigo. Espero que tú también te habías sentido menos mal por mi compañia. De hecho talvez fue una suerte para que nosotras pudiéremos ser tan amigas que hasta hoy día todavía tenemos tanta experiencia común para conversar, aunque ahora ya podemos contarla sin lágrimas. Y yo sé que un día podríamos recordar nuestra historia como un chiste. 

Amiga, estoy muy feliz saber de que hayas buscado tu felicidad por fin. Siempre sabía que te merecías eso. Un día voy a ir a Perú para visitarte, osea cualquiera parte del mundo.  Aunque ya estás lejos, todavía me importas mucho y eres una amiga por la vida!







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